Queridas Hermanas, Asociadas, y Amistades de la Congregación:
¡Alabado sea el Verbo Encarnado!
Solamente un íntegro compromiso Congregacional con el futuro anunciará el cierre de nuestro Jubileo del Sesquicentenario. Nuestro Jubileo nos llama a transformar nuestra herencia en un legado, confiando que Dios nos está llamando a la transformación en todos los aspectos de nuestra vida Congregacional.
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