Desde sus inicios, nuestra congregación ha estado comprometida con llevar el amor sanador de Jesús, el Verbo Encarnado, a los necesitados sin importar dónde esté lo que ellos necesitan.
Respondiendo al llamado de ayuda del Obispo Claudio María Dubuis en 1869, tres hermanas jóvenes salieron de Francia para viajar a San Antonio, Texas, con el propósito de servir a “Nuestro Señor Jesucristo, sufriendo en una multitud de enfermos y desvalidos de todas clases”. Nuestra historia es un testimonio del acto de fe inicial de la Madre Angelique y las tres jóvenes que envió para servir a los pobladores del sur de Texas.
A medida que nuestra congregación creció, también crecieron nuestros ministerios y nuestras “fronteras”. Desde el sur de Texas, establecimos muchas escuelas, hospitales y orfanatos en Iowa, Nuevo México, Louisiana, Missouri, y Ohio. Hoy en día nuestros ministerios nos llevan por todo el mundo.
En 1885, establecimos nuestra presencia en México con la fundación de escuelas y hospitales. En 1964, seis hermanas fueron a Chimbote, Perú, respondiendo a las desesperadas necesidades del pueblo de Dios allá; actualmente, nuestra presencia en América del Sur incluye a Chile y Colombia. En 2001, dos hermanas fueron a Mongu, Zambia, para comenzar con un ministerio que se concentra en las necesidades relacionadas con la epidemia de VIH/SIDA. Esta misión se ha expandido para incluir un ministerio en Tanzania, y sigue activo hasta el día de hoy.
Gracias a la fuerza de nuestro llamado fundacional, seguimos sirviendo al pueblo de Dios y respondiendo a las necesidades de nuestro tiempo. Ahora nuestra respuesta no tiene fronteras. Vivimos nuestra vida para Dios con el corazón abierto a otros. Y lo hacemos donde existe la necesidad.
*CCVI – Iniciales del nombre de la Congregación en latín: Congregatio Caritatis Verbi Incarnati (Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado), que se usan como una abreviatura de nuestra Congregación.
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