Como es tradición, un grupo de colaboradores de Christus Muguerza Monterrey decidió reunirse en diciembre para intercambiar regalos, pero este año decidieron hacerlo … ¡con niños, niñas y adolescentes migrantes!
En los últimos años Monterrey ha enfrentado diferentes desafíos, en particular en tema de atención humanitaria e integración de personas migrantes y refugiadas. El personal de Christus, siguiendo la misión de extender el ministerio sanador de Jesucristo, decidió no mantenerse ajeno a la situación y la época festiva navideña les dio la oportunidad perfecta de acercarse a la niñez migrante y hacerles pasar un rato agradable.
Se trata de niños, niñas y adolescentes migrantes (extranjeros -Cuba, Venezuela, Guatemala- y mexicanos) que, por diversas circunstancias, se separaron de sus padres y hoy están en custodia del DIF Monterrey. Jóvenes entre 14 y 17 años que no pasaron las fiestas con su familia biológica pero que recibieron a mujeres y hombres comprometidos con extenderles un abrazo hospitalario.
En cada ministerio, vivimos: «una vida para Dios y un corazón para los demás». El Verbo se hace PRESENCIA y nos llama a acogerlo en otra persona, sin importar su nacionalidad o condición migratoria; se hace COMPASIÓN y nos llama a sentir el dolor de la otra persona y ofrecerles consuelo.
Los colegas de Christus Muguerza decidieron acompañar y celebrar el espíritu navideño junto con niños, niñas y adolescentes migrantes. Y tú, ¿cómo piensas hacer que el amor de Dios se haga presente en tu comunidad en este nuevo año?
(No se muestran los rostros de los adolescentes a fin de proteger su identidad y privacidad)
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