¡No hay duda al respecto! La migración ha estado en las noticias en forma regular, en especial desde que empezaron a llegar cada vez más niños solos, hace más de un año.
Estados Unidos siempre ha recibido con gusto a los inmigrantes y siempre hay un lugar para ellos. Casi todos nosotros podemos remontarnos en el tiempo y recordar a nuestros antepasados llegando al momento en que una familia salió de su patria para viajar a América. Los primeros miembros de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado fueron inmigrantes, misioneras que vinieron a ayudar y a servir a la población de inmigrantes. Hoy en día continuamos sirviéndolos en el Ministerio Hispano El Puente, que se encuentra en Jefferson City, Missouri. Queremos compartirles una de las historias de este ministerio:
“No es inusual que el teléfono de Nena Neal, que es miembro del personal, suene a horas extrañas del día y de la noche y que alguien le pida ayuda. En este invierno, dos mujeres hispanas embarazadas dieron a luz, una un niño y la otra una niña. Estando Nena presente para hacer traducciones y apoyarlas. Después del nacimiento de los bebés, ella ayudó a sus padres con la documentación necesaria y se aseguró de que las madres entendieran las instrucciones sobre lo que debían de hacer después del parto.”
Son tareas sencillas, pero significan mucho cuando alguien está en una tierra extraña. Cuando quienes llevan a cabo estas tareas son personas que tienen un corazón lleno de amor, estas acciones sencillas llegan a ser inolvidables, ya que los actos de bondad, amabilidad y cuidado nunca se olvidan.
Deseamos agradecer todos sus donativos y su participación en la preservación de recuerdos como los que vivieron las dos familias de inmigrantes y muchas otras a quienes tenemos el privilegio de servir.
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