Queridas Hermanas, Asociadas, Colaboradores en los Ministerios y Amistades de nuestra Congregación,
¿Qué significa nuestra celebración de Pascua al confrontar una crisis de salud global?
¿Qué le dice nuestra fe pascual al sufrimiento de nuestra familia humana?
Hemos celebrado los días más santos de nuestra fe cristiana con los discípulos con miedo y dentro de casa. Sabemos que no podemos irrumpir esta oscuridad solas. ¡Necesitamos el poder de la Resurrección para lograrlo!
Las palabras nos evaden hoy, así que tomamos prestadas las palabras del poeta compartidas en las reflexiones Esperando juntas en la oscuridad sagrada de LCWR:
Oh tinieblas, tinieblas; tinieblas. Todos caen en tinieblas…
Quédate inmóvil, dije a mi alma, y deja que caigan sobre ti las tinieblas
Que serán las tinieblas de Dios. Como en un teatro
Se apagan las luces para cambiar el decorado
Con un hueco rumor de bastidores, un movimiento de tinieblas sobre tinieblas,
Y sabemos que enrollan y quitan de su lugar las colinas y los árboles, el panorama distante
Y la fachada altiva e imponente…
O como cuando bajo anestesia la mente tiene conciencia pero conciencia de nada
Dije a mi alma: Quédate inmóvil y espera sin esperanza
Porque la esperanza sería esperanza en lo que no debe esperarse;
Aguarda sin amor
Porque el amor sería amor de lo que no se debe amar.
Sin embargo queda la fe;
Pero la fe, el amor y la esperanza se encuentran en la espera.
Espera sin el pensamiento ya que no estás preparada para él.
Así las tinieblas serán la luz y la inmovilidad será la danza.
— TS Eliot, “Los Cuatro Cuartetos”
Traducción de Emilio Pacheco
Pedimos para que sepamos saber cómo esperar,
Equipo General de Liderazgo
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