El evangelio de la Vigilia Pascual nos recuerda a las “mujeres que habían venido de Galilea con Jesús”. Imposible saber cuántas eran, porque más adelante Lucas nombra a “María Magdalena, Juana, María (la madre de Santiago) y las demás que estaban con ellas”, pero lo que sí sabemos es que iban juntas, ¿Serían sólo un grupo imprevisto, amigas o, tal vez, hasta una comunidad? Como fuera, necesitaron compañía para atreverse a salir muy de mañana aquel Domingo.
Hay que detenernos esta Pascua a preguntarle a estas mujeres por qué fueron al sepulcro. Tal vez las preguntas aticen el fuego de nuestra esperanza. ¿Qué las ánimo a salir solas? ¿Cómo superaron el miedo del momento? ¿Dudaron de le promesa de Resurrección o salieron con esperanza en su certeza? ¿Cómo se sintieron cuando “recordaron las palabras” de Jesús? ¿Cómo volverían a contar este relato entre ellas?
Seamos mujeres de mañana, “mujeres al alba”. Mujeres que superan el miedo gracias a la compañía; mujeres que se atreven a confiar unas en las otra; mujeres en salida que se mueven; mujeres que recuerdan juntas las palabras de Jesús; mujeres que proclaman que ¡la Esperanza vive!
Felices Pascuas de Resurrección.
Equipo General de Liderazgo
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