Por Adriana Calzada, CCVI

Al seguir reflexionando en el Quinto Domingo de Cuaresma, esta semana seguimos avanzando en nuestro camino de reconciliación. Esta semana la invitación es muy concreta, es a confiar en que, con el acompañamiento de Jesús, podemos retirar la piedra de todos aquellos sepulcros que no nos dejan vivir en paz. Cargamos con muchas muertes pequeñas en nuestro corazón que nos impiden seguir creciendo en todas nuestras dimensiones. Una de las que más nos lastima, es el rencor y el distanciamiento de nuestros seres queridos. En esta temporada de Cuaresma y de Cuarentena que nos está tocando vivir, salgamos al encuentro de aquellas personas con quien tenemos una deuda, incluso al encuentro de quienes sentimos que nos deben algo. Una llamada, un correo, una palabra en un gesto de reconciliación. Porque Jesús nos toma de la mano y nos invita a levantarnos, y porque estamos aprendiendo que debemos volver a lo esencial, a lo profundo, a lo humano.

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