«La gracia del Señor Jesucristo y el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes».
¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!
En el Libro de Éxodo, leemos el relato del asombroso encuentro de Moisés con DIOS en el Monte Sinaí:
Temprano por la mañana, Moisés subió al monte Sinaí, tal y como el SEÑOR le había ordenado, llevando consigo las dos tablas de piedra.
El SEÑOR, descendido en una nube, se paró allí con Moisés y proclamó su nombre: SEÑOR.
El SEÑOR pasó delante de él, y proclamó: “El SEÑOR, EL SEÑOR, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, rico en bondad y fidelidad”.
Moisés inmediatamente se inclinó al suelo en adoración. Entonces él dijo: «Si yo me he ganado tu favor, oh Señor, quédate en compañía de nosotros. Esto es, de hecho, un pueblo de tercos, pero perdona nuestra maldad y nuestros pecados, y recíbenos como tuyos.»
(FUENTE: EX 34:4B-6, 8-9)
Entonces en el Nuevo Testamento leemos cómo el Padre envió a su Hijo al mundo:
Dios amó de tal manera al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo fuera salvo por medio de él.
El que cree en él no será condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del único Hijo de Dios.
(EVANGELIO JN 3:16-18)
ORACIÓN / REFLEXIÓN:
Hermanas y Hermanos, regocíjense. Reparen sus caminos, anímense unos a otros, estén de acuerdo con los demás, vivan en paz, y el Dios de amor y paz estará con ustedes. La gracia del Señor Jesucristo y el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; A Dios que es, que era y que ha de venir.
0 comentarios