A pocos días de iniciar el Tiempo de la Creación, compartimos este recurso para orar.
Nos inclinamos ante ti, nuestro Dios amado, al iniciar este día.
Suena el despertador de nuestros corazones para hacernos despertar al hecho de que somos peregrinos que avanzamos por un sendero sagrado. Ahora respondemos a ese llamado de concientización, preparándonos para orar en silencio.
Nos unimos a todas las personas en oración, en esta hora sagrada, cuando la Tierra mira nuevamente a su fuente de vida, el Sol. Hoy, nos volteamos para estar frente a ti, Dios nuestro, fuente de nuestro universo y de nuestras vidas, mientras entramos al silencio.
Periodo de oración contemplativa
Con fidelidad, hemos tratado de traer quietud a nuestros corazones estando en ti, la fuente divina de todo lo que somos. Que este esfuerzo sea fructífero cuando vivamos con mayor plenitud el momento presente de este día. Unimos nuestras voces a todos los sonidos del despertar de la tierra mientras oramos:
Fuente de todas las bendiciones,
Tú nos bendices con los insectos…
una bendición que no apreciamos cuando nos pican los mosquitos,
cuando las moscas revolotean sobre la mesa o cuando las hormigas llegan a nuestros alimentos…
y sin embargo… nunca cesaremos de maravillarnos con los ojos de las abejas,
con las alas de las mariposas, con las patas de los saltamontes;
y sentiremos un profundo respeto por todos estos hermanos de la familia de las criaturas
que disfrutan de esta tierra y que, como nosotras, respiran su aire.
Los días del verano son cada vez más cálidos. Las plantas, los animales y nosotras, seres humanos, recibimos el poder del sol en la maravilla de tu creación. Que esta oración matutina nos dé la energía de actuar en cada momento de este día con amor y bondad. Que tratemos a cada persona y a cada ser viviente como un hermano o una hermana, como un miembro de tu familia sagrada.
Oramos por las necesidades personales y por las necesidades especiales de este día.
Oración Final
Que las tareas de este día nunca eclipsen nuestra tarea real
como peregrinos en el sendero sagrado.
Abre nuestros ojos y nuestros oídos
a los milagros que Tú has ocultado a lo largo de nuestro camino al día de hoy.
Que nuestras mentes encuentren gozo en el momento presente,
el único lugar donde Tú habitas.
Nos inclinamos ante ti, Padre Divino, Madre Santa,
Fuente Eterna de nuestra existencia.
Tu corazón es nuestro hogar;
hemos venido de ti y hoy viajamos hacia ti.
Amén.
Realizado por el Comité Internacional de Justicia, Paz e Integridad de la Creación.
Adaptada de:
- Oraciones para un Peregrino Planetario: Un Manual Personal para Oraciones y Rituales, por Edward Hays
- 99 Bendiciones: Una Invitación a la Vida, del Hermano David Steindl-Rast
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