Concurso SÚMATE: formando conciencia del cuidado y compromiso con nuestra casa

por Mar 14, 2022¿Qué hacemos?, Blog, Justicia, Paz y Tierra0 Comentarios

Recientemente, durante el encierro, aprendí sobre un espacio de colaboración internacional que me tiene fascinada. Me refiero a los esfuerzos para la conservación y restauración de los manglares. Claro, primero aprendí sobre los manglares. No dejo de maravillarme con la riqueza que son para nuestro planeta. Entre otros beneficios tienen el de proteger a las costas de eventos climáticos extremos, ser un medio de sostén para las comunidades locales, ser hogar para muchas especies y su impresionante capacidad de capturar dióxido de carbono. Les invito a que investiguen sobre el tema porque hay mucho por aprender y hay formas en que podemos apoyar estos esfuerzos.

El Papa Francisco nos recuerda en Laudato Si que la colaboración de la familia humana es elemento esencial del cuidado de nuestra casa común (LS, 13).

Nos dice también el Papa que es desde nuestra cultura, experiencia, iniciativa y capacidad desde donde colaboramos como instrumentos de Dios para cuidar la creación (LS, 14). Yo pienso que hoy, frente a la realidad ecológica, necesitamos ir más allá de lo que ya sabemos y prepararnos más, confrontar nuestra cultura y buscar las formas de aumentar nuestra capacidad de acción. Una de ellas es por medio de la colaboración que nos enriquece con talentos, recursos y conocimientos.

En diferentes ocasiones, las y los jóvenes han sido puestos como ejemplo por el Papa como agentes comprometidos con nuestra tierra, nos urgen a cambiar nuestros esquemas que ya dejaron de funcionar hace muchos años. De igual manera, junto con la infancia, han sido señaladas como inspiración al pensar en lo que les estamos entregando como hogar.

Hoy, con mucha alegría, les invito a que participen en el concurso SÚMATE que ofrece una oportunidad de colaborar para seguir formando en la conciencia del cuidado y compromiso con nuestra casa. La primera edición del concurso nos regaló experiencias de colaboración, amistad, aprendizaje entre generaciones, salida al encuentro, reflexión y más. Se busca que equipos de jóvenes pongan al servicio su energía, alegría y creatividad en favor de la casa común, de la mano de poblaciones vulnerables. Esperamos que la participación en este concurso sea una semilla que les motive a seguir profundizando en su llamada como instrumentos de Dios a transformar el entorno.

Ahora me toca a mí discernir qué hacer con esta semilla sembrada en mí a favor de nuestros manglares.

Por Sor Adriana Calzada, CCVI.

 

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