El Triduo De Semana Santa comienza con la Cena del Señor/La Última Cena, el Jueves Santo por la noche.

“Como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin”. (Juan 13:1)

Escuchemos la Palabra de Dios que nos describe el último acto de amor de Jesús antes de su muerte.

La festividad de la Pascua ya estaba cerca y Jesús sabía que su tiempo de “pasar” de este mundo a su Padre había llegado. También estaba consciente de que Judas estaba planeando traicionarlo, así que se puso de pie y comenzó a lavar los pies de sus discípulos. Pedro se opuso diciendo «Tú no me vas a lavar los pies”. Jesús le aseguró que aunque no entendiera lo que él estaba haciendo, lo entendería más tarde. Pedro respondió: “No solo me lavarás los pies sino también las manos y la cabeza”. Después Jesús dijo: “ustedes están limpios, pero no todos”, se estaba refiriendo al que lo iba a traicionar.

Después de regresar a la mesa, Jesús dijo: «¿Saben lo que les he hecho? Ustedes me llaman Maestro y Señor: y dicen bien; porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies los unos a los otros. Porque ejemplo les he dado, para que como yo lo he hecho, ustedes también lo hagan”.

Al continuar con la cena, Jesús se mostró angustiado y atribulado en el interior de su alma y dijo claramente: “¡En verdad, en verdad les digo que uno de ustedes me traicionará!”.Asombrados, los apóstoles se miraban unos a otros; entonces Juan, que estaba sentado al lado de Jesús, preguntó en voz baja: “¿Quién será, Maestro?”. «Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar.» Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: «Lo que vas a hacer, hazlo pronto.»Pero ninguno de los comensales entendió por qué se lo decía. Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que nos hace falta para la fiesta», o que diera algo a los pobres. En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche».

Jesús instituye la Sagrada Eucaristía:«Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer…ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.» Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Esta copa es la Nueva Alianza sellada con en mi sangre, que será derramada por ustedes, tómenla y compártanla entre ustedes…»Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por ustedes; hagan esto en recuerdo mío».

Después, dirigiéndose a sus discípulos, Jesús continuó: Sólo estaré poco tiempo con ustedes. Me extrañarán… donde voy, ustedes no pueden venir. Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Jesús se despide:No se turbe su corazón; creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; vendré otra vez, y los llevaré conmigo, para que donde yo estoy, ustedes también estén. Yo soy el Camino, la Verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí. Como ustedes me conocen, también conocerán a mi Padre. De hecho, ya lo conocen ahora, y pueden verlo… si me aman seguirán con gusto mis mandamientos”.

Jesús promete enviar al Espíritu Santo:Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: 17 el Espíritu de verdad… Cuando él venga, dará testimonio de mí. Y ustedes también darán testimonio, pues me han visto desde el principio”.

“Ahora ustedes sufren, pero volveré a verlos, y entonces sus corazones se regocijarán, y nadie les arrebatará ese gozo… ahora me voy del mundo y vuelvo al Padre… en el mundo les esperan aflicciones, pero sean valientes, yo he vencido al mundo”.

Al terminar la Última Cena, Jesús va al Huerto de los Olivos a comenzar su agonía: “Padre, hágase tu voluntad y no la mía”.

En el cabezado: La Última Cena.