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“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor”. Lucas 4:18-19
¡Nuestro año del favor!
Este año 2019, nosotras las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado de San Antonio, Texas, celebramos el aniversario de los 150 años de nuestra fundación. Siguiendo la tradición bíblica y el ejemplo de Jesús, lo proclamamos como un año de jubileo. ¡Un año del «favor» de Dios!
Las primeras referencias sobre un año de «jubileo» las encontramos en Levítico 25, y en Isaí as 61,2. En el evangelio de Lucas 4,19, Jesús establece una conexión clara entre la tradición jubilar de su pueblo y su propia misión. De pie, en la sinagoga de su ciudad natal en Nazaret, Jesús leyó a Isaí as 61: “El Espíritu del Señor está sobre mí , por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor”. (Lucas 4:18–19). ¡Ésta fue su declaración de misión!
Como mujeres que reconocemos nuestra misión Congregacional de “actualizar el amor salvador y sanador del Verbo Encarnado promoviendo la dignidad humana” (Constituciones, No. 3), estamos llamadas a realizar una tarea abrumadora en todo momento. ¡Este llamado es especialmente importante para nosotras durante este año jubilar!
En 2019, continuamos cumpliendo con el mandato establecido por Jesús para sí mismo y sus seguidoras/seguidores en Nazaret. Nos comprometemos a llevar buenas nuevas a los pobres; a proclamar la libertad a los cautivos; a ayudar a todos los que sufren ceguera de cualquier tipo a recuperar la vista; a liberar a los oprimidos. Nos comprometemos a promover la dignidad humana en todas las formas posibles. En resumen, ¡nos comprometemos a continuar la misión de Jesús en este mundo de hoy!
¿Una tarea abrumadora durante este año jubilar? ¡Absolutamente! Una tarea a la que seremos fieles solo si, como lo hizo Jesús, vivimos en una verdad clave. Debemos vivir con fe en que «el Espíritu del Señor nos ha sido dado y nos ha ungido». Es ese Espíritu el que nos motiva. ¡Es la obra de Dios, no la nuestra! Y es esta obra del Espíritu la que celebramos en este año jubilar.
“Será un jubileo para ti y se hará resonar la trompeta por todo el país» (Levítico 25).
Preguntas para reflexión
Nuestras Constituciones nos llaman a “actualizar el amor salvador y misericordioso del Verbo Encarnado promoviendo la dignidad humana”. Nuestro Capítulo General 2018 nos compromete específicamente a colaborar “con aquellos que trabajan en red por la justicia, la paz y el cuidado de la creación, y alinearnos con personas pobres y vulnerables”. ¿Cómo puede nuestro llamado a cumplir la Misión de Jesús cobrar vida con esperanza y alegría durante este año jubilar?
Un año de jubileo es un año de remembranza, tanto personal como Congregacional. ¿Qué recuerdos compartidos de vivir nuestra Misión y Carisma juntas nos motivan a celebrar lo que hemos logrado y a renovar nuestra visión y energía para los desafíos del futuro?
Por Sr. Brigid Marie Clarke
Ilustración: «She Blew the Shofar», por Lynn Feldman.
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