Cristo nuestro Cordero Pascual, ha sido sacrificado;

Celebremos con gozo en el Señor. ¡Aleluya, Aleluya!

El centro de nuestra fe, el centro sobre el que todos los Cristianos están de acuerdo, es que Jesús ha Resucitado, Jesús es el Señor:

Oremos: Después de haber visto la Resurrección de Cristo, adoremos al Santo Señor Jesús, el único sin Pecado. Veneramos vuestra cruz, oh Cristo, y alabamos y glorificamos Vuestra Santa Resurrección. Tú eres nuestro Dios. No conocemos a nadie más que a Vosotros y recurrimos a vuestro Nombre. Venid todos los fieles, veneremos la Santa Resurrección de Cristo, porque mirad, por la Cruz, ha llegado la alegría a todo el mundo. – Breviario Romano / Resurrección 

San Pedro Proclama la Resurrección de Jesús:

“Vosotros sabéis lo ocurrido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo. Como Dios ungió con Espíritu Santo y poder a Jesús de Nazaret, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con Él.

Nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo tanto en la tierra de los Judíos como en Jerusalén. Lo mataron al colgarlo de un madero.

A éste hombre Dios lo resucitó al tercer día y concedió que se manifestase,

no a todo el pueblo, sino a nosotros, los testigos elegidos por Dios de antemano,

quienes comimos y bebimos con él después de resucitar de entre los muertos.

Él nos mandó a predicar al pueblo y testificar que Él es el que Dios ha nombrado como juez de los vivos y los muertos.

De Él dan testimonio todos los profetas, que todo aquel que cree en Él

recibirá el perdón de los pecados a través de su nombre. »

Hechos 10:34A, 37-43

 Las Sagradas Mujeres son las Primeras Testigos de la Resurrección de Jesús:

Pasado el Sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro. De pronto hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo, se acercó, removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago y su vestimenta era blanca como la nieve.

Los guardias temblaron con temor a Él y se quedaron como muertos.

Entonces el ángel dijo a las mujeres «¡No temáis!

Yo sé que buscáis a Jesús crucificado. Él no está aquí, pues ha resucitado tal como lo dijo. Venid, ved el lugar donde yacía.

E id pronto a decid a sus discípulos ‘Él ha resucitado de entre los muertos,

e irá delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis. Ya os lo he dicho.”

Entonces ellas se alejaron rápidamente del sepulcro, con temor, pero con gran gozo y corrieron a anunciar esto a sus discípulos.

Y he aquí, Jesús las encontró en su camino y las saludó. Se acercaron, abrazaron sus pies y le adoraron.

Entonces Jesús les dijo: “No temáis; id y decid a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán.

Mateo 28: 1-10

Secuencia de Pascua: 

«Alabanza a la víctima de Pascal»”

Cristianos, a la víctima pascual

¡Ofrenden loores!

Un Cordero ha redimido a las ovejas;

Cristo, el único sin pecado,

Reconcilió a los pecadores con su Padre.

La muerte y la vida se han enfrentado en ese espantoso duelo:

El príncipe de la vida, quien murió, reina vivo.

Habla, María, cuéntanos

Lo que viste en el camino.

”El sepulcro de Cristo, que vive,

La gloria de la resurrección de Jesús;

Ángeles brillantes que atestiguan,

El sudario y mortaja.

Sí, Cristo mi esperanza ha resucitado;

A Galilea nos precederá”.

Cristo, en verdad, ha resucitado de la muerte, ha logrado nuestra vida nueva.

¡Ten misericordia, Rey vencedor, que reinas siempre!

Amén. Aleluya.

La Temporada de Pascua 

Los cincuenta días a partir del domingo de Resurrección hasta el Domingo de Pentecostés se celebran con gozo y exultación como un día de fiesta, de hecho como un «gran domingo». Estos son los días por encima de todos los demás en los que se canta el Aleluya.

Los domingos de esta época del año se consideran los domingos de Pascua y se llaman así el segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo domingos de Pascua por el mismo Domingo de Pascua. Este periodo sagrado de cincuenta días concluye con el Domingo de Pentecostés.

Los primeros ocho días del Tiempo de Pascua constituyen la Octava de Pascua y se celebran como Solemnidades del Señor.

En el cuadragésimo día después de la Pascua se celebra la Ascensión del Señor, excepto en donde no es visto como Día feriado por Obligación se asigna al Séptimo Domingo de Pascua.

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Fuente: USCCB Normas Litúrgicas.