Desde el primer día que entramos a nuestra comunidad y hasta la profesión perpetua definitiva, se requiere un mínimo de seis años.
Cuando respondemos al llamado de Dios para vivir una vida consagrada como Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, nos comprometemos a unirnos con todas las mujeres de esta comunidad para hacer presente el amor sanador de Jesús en el mundo. Hacer esto requiere de tiempo; no sucede de la noche a la mañana.
Como miembros de una comunidad religiosa activa, se nos introduce en el enfoque espiritual de nuestro ministerio de servicio. La oración enmarca nuestra vida: ofrecemos nuestros talentos únicos, no para recibir alabanzas a nivel personal o para alcanzar el éxito personal en el campo material, sino para hacer que la compasión y el servicio de Jesús sean reales en el mundo. Por lo tanto, los nuevos miembros de nuestra congregación participan diariamente en la liturgia de la Iglesia y en el poder especial de la oración en común; ya sea que asistamos a Misa o recitemos el Oficio, se seleccionan oraciones cotidianas que se dicen (o se cantan) en horas específicas de cada día.
Además, se guía a los nuevos miembros en la práctica de la meditación espiritual. Para algunas, esta guía podría ser simplemente volver a familiarizarse con prácticas que ya son parte de su estilo de vida individual; pero para otras, esta guía podría requerir el aprendizaje de estrategias para controlar las distracciones y mejorar el enfoque. La práctica de la meditación nos permite permanecer en verdad presentes tomando en cuenta la razón de nuestro ministerio: llevar al mundo la compasión y el amor de Jesús.
A medida que los miembros nuevos se familiarizan con nuestro enfoque espiritual, se les instruye en el significado y los requisitos de los Votos de Pobreza, Castidad y Obediencia; la profesión pública de su intención de vivir su compromiso bautismal en comunidad y dedicar su vida al servicio y a la justicia a través de nuestros ministerios.
El compromiso de los votos se lleva a cabo al paso del tiempo. Al principio, las hermanas hacen votos temporales los cuales se renuevan cada año durante varios años. Durante este periodo, los miembros nuevos participan en nuestros ministerios, pero su enfoque principal es la formación permanente: aprender más sobre sí mismas, sobre la vida religiosa y la vida espiritual y sobre la misión específica de nuestra Congregación.
Después de al menos tres años de votos temporales, los miembros nuevos, con la aceptación de la congregación, pueden hacer votos perpetuos; la declaración pública de su respuesta libre al llamado de Dios y su compromiso de vivir en comunidad, de compartir los bienes espirituales y materiales y de participar en la vida y en el ministerio de la congregación.
Para participar en los ministerios de la congregación se requiere que nuestras hermanas tengan estudios y formación profesional. Si los nuevos miembros no tienen los estudios o títulos necesarios, terminar su formación académica es también parte del proceso de llegar a ser miembros de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado con votos perpetuos.
*CCVI – Iniciales del nombre de la Congregación en latín: Congregatio Caritatis Verbi Incarnati (Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado), que se usan como una abreviatura de nuestra Congregación.
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